En el entorno empresarial híbrido de hoy en día, las personas que asisten a las reuniones no suelen estar en el mismo espacio. Los participantes se encuentran en varias ubicaciones geográficas, por lo que los espacios de reunión requieren capacidades de videoconferencia a fin de que todos puedan trabajar juntos, ya sea que participen desde la sala o de forma remota. Los participantes remotos deben tener el mismo nivel de interacción y satisfacción que tendrían en persona.
Pero ¿sabía que los dos puntos débiles más comunes están relacionados con el audio? El primero, es la mala captación del micrófono que repercute en los participantes remotos que escuchan lo que sucede en el espacio y, la segunda, es la mala calidad de los altavoces que repercute en los participantes que se encuentran en la sala, ya que les impide escuchar correctamente a los participantes remotos cuando hablan. Si los participantes no pueden entender lo que se dice, ni los videos ni las pantallas compartidas podrán salvar la reunión. Se debe poder escuchar y entender con claridad a todos los participantes. Esto se conoce en la acústica como inteligibilidad de la voz: el rango de frecuencia del habla humana y su comprensión por parte del oído humano. Tanto para los administradores de TI como para los líderes de reuniones, una comprensión básica de algunos principios acústicos clave contribuye al éxito de las reuniones. Aquí, desglosamos los desafíos acústicos más comunes, así como algunas técnicas que pueden ayudar a solucionarlos.
El sonido y los micrófonos se comportan de manera muy similar a la luz, y es útil usar dicho elemento para explicar visualmente cómo el sonido interactúa con diversos tipos de espacios y ambientes. Por ejemplo, la luz, el sonido y los micrófonos se reflejan en determinados tipos de superficies. En el caso de la luz, en superficies muy pulidas como los espejos, que pueden provocar reflejos; y en el caso del sonido y los micrófonos, en superficies duras y rígidas como el cristal, las baldosas o la madera, que provocan diversos tipos de ecos que pueden afectar la inteligibilidad de la voz.
Hay una dinámica similar cuando se trata de superficies ásperas o irregulares, que pueden absorber o difundir luz y sonido. Y esas reacciones, como el reflejo, la distancia crítica, la absorción y la difusión, son las dinámicas clave que se deben tener en cuenta mientras se evalúa un recinto de reunión en particular para detectar posibles problemas acústicos.
La distancia crítica se refiere a la distancia entre la persona que habla y el punto de la sala en el que los reflejos interfieren en su voz directa, lo que reduce la comprensión auditiva (estos reflejos de la sala se pueden escuchar tan altos como la voz original de la persona que habla). Este es el punto de distancia crítica. En este punto, la inteligibilidad de la voz disminuye en gran medida, especialmente para los participantes remotos que reciben el audio de un micrófono en la sala. En espacios con superficies duras, la distancia crítica generalmente comienza en la mitad de la sala y se extiende más allá.
Como se mencionó anteriormente, los reflejos de las salas son un problema común, principalmente porque son causados por los elementos estructurales fundamentales de cualquier sala: paredes, piso y techo. Por ejemplo, muchos espacios de conferencia grandes pueden tener techos de placas de yeso, paredes de vidrio y pisos de hormigón. Estos materiales sólidos hacen que las ondas sonoras reboten en ellos o entre ellos. Cuando estas reflexiones se mezclan, forman reverberaciones ("reverb.", abreviado). Además, cuando las superficies reflectantes están en varios ángulos diferentes en el mismo espacio, esa geometría compleja puede causar variaciones en el tiempo de reverberación dependiendo de la dirección de la fuente de sonido.
El recurso más sencillo a fin de mantener la distancia crítica y combatir las reflexiones de la sala es mantener a los participantes que se encuentran en la sala dentro de un total de 3 metros (10 pies), y utilizar un micrófono con directividad que capte el audio para los participantes remotos. Hoy en día, hay dispositivos de conferencia como la Bose Professional Videobar VB1 que incluye micrófonos con arreglo de formación de haces que siguen a las personas que hablan en la sala y eliminan los ecos que provienen de los reflejos, incluso a una distancia de 6 metros (20 pies).
Para espacios de reunión con techos altos o con una profundidad superior a 16 pies o 5 metros, el material de absorción se utiliza como una solución acústica para espacios que producen un reflejo excesivo. Colocar alfombras es el tratamiento principal para recintos más grandes, como teatros y salas de conciertos, y cumple el mismo propósito para salas de reuniones grandes. Otros tipos de tratamientos absorbentes incluyen cortinas y telones, pero también hay soluciones profesionales para esto. El tipo más común son los paneles acústicos, diseñados para absorber energía sonora en rangos de frecuencia específicos. Por lo general, los paneles de espuma con grosores de una a dos pulgadas son apropiados para la absorción en un rango de 500 Hz a 4 kHz, en el que se producirá la mayor parte de la reflexión basada en la voz. Se montan con mayor frecuencia en las paredes, pero es posible que se deban colocar en los techos según la disposición del espacio. Si hay otras fuentes de sonido de banda ancha en la sala (una presentación acompañada de música, por ejemplo) es necesario abordar un rango de frecuencias más amplio con paneles adicionales más gruesos de hasta unas tres pulgadas.
La difusión no es tan sencilla como la absorción, pero es una técnica que puede ser útil en ciertas circunstancias. Básicamente, la difusión descompone la energía sonora en lugar absorberla. Esto puede ayudar a mantener el nivel de volumen de la voz y otros elementos de la presentación en un nivel suficiente sin agregar más volumen electroacústico (es decir, aumentar el volumen del sistema de PA, lo que conlleva un riesgo de distorsión). Por ejemplo, imagine derramar agua sobre un piso de tablas de madera. Los espacios entre las tablas difundirán el líquido en un área más amplia que si se quedara en un solo lugar; es la misma cantidad de agua, pero menos concentrada.
Los difusores tienen distintas formas, pero los más comunes son pequeños cuadrados dispuestos en un patrón sobre un panel, columnas redondeadas o cilíndricas y paneles. Por lo general, se ubican verticalmente sobre las paredes. Al igual que con otros tratamientos acústicos, los tamaños y las formas específicos se correlacionan con bandas de frecuencia particulares, pero en el caso de las aplicaciones típicas en salas de reuniones hay soluciones listas para usar.
También hay soluciones más activas disponibles, incluido el altavoz EdgeMax EM180 de Bose Professional. Su guía de onda, que administra la propagación direccional de la energía del sonido, mantiene esa energía fuera de las superficies reflectantes, como paredes o ventanas, y puede reducir la necesidad de tratamientos acústicos pasivos, como los paneles de absorción. Del mismo modo, VB1 utiliza tecnología de micrófonos con arreglo de formación de haces, como se mencionó anteriormente y nuestros renombrados transductores de altavoces patentados que reproducen audio preciso y que llena la habitación a niveles de volumen más bajos, lo que ayuda a evitar problemas acústicos.
Marshall McLuhan declaró célebremente que "el medio es el mensaje". Para reuniones, el espacio es parte de la experiencia. Los tratamientos y las técnicas acústicas adecuados pueden marcar una gran diferencia en cuanto a la calidad de comunicación del mensaje de una reunión y el disfrute total de la experiencia.